Porteñas | Por los alrededores del barrio

Una escuela recuperada por los vecinos

En la línea emprendida por parte de la comunidad educativa en el barrio de Once, para la recuperación de un terreno ocioso del Ministerio de Educación en Venezuela al 3200, en el que ya empezaron las obras para un Jardín público, se inauguró el 8 de mayo pasado en Parque Patricios el edificio de una escuela recuperada por vecinos. Buenos Aires, 6 de junio de 2017. Fuentes del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires informaron que el Jardín Integral N° 14 del Distrito Escolar N° 5 abrió sus puertas como una institución de educación pública formal, aunque para la comunidad la historia de la “Escuela Recuperada Carlos Fuentealba", se remonta a 3 años atrás. La escuela de Nivel Inicial de jornada completa con dos salas para 3 años y otras dos para 4, permitirá la incorporación al sistema educativo de cien niños que se encontraban sin vacantes.

El edificio en el que funciona el jardín fue recuperado en 2014 por vecinos, docentes y agrupaciones sociales y sindicales del barrio, cuando la primera inscripción on line implementada por el Gobierno de la Ciudad dejó sin vacantes a 17 mil alumnos, poniendo a la luz la problemática de la falta de escuelas y jardines en la Ciudad, fundamentalmente en la zona sur.

En el edificio ubicado en la calle Manuel García 370, funcionó hasta 2001 un club de barrio. Por decisión de los vecinos, el espacio fue cedido ese año al Estado por la necesidad barrial de que hubiera una escuela. A partir de entonces, y hasta 2009, distintas instituciones educativas del distrito 5 de la Ciudad lo usaron de forma temporal, mientras en sus edificios se hacían obras de refacción. La última escuela que funcionó allí fue la 27 entre 2008 y 2009, y cuando volvió a su lugar original, el edificio quedó abandonado.

Frente a la falta de vacantes, los vecinos organizaron el 25 de febrero de 2014 una asamblea en la puerta de la escuela. Al día siguiente, ante la falta de respuestas del gobierno, se votó en asamblea la ocupación del edificio hasta lograr que el gobierno se hiciera cargo de la escuela y se la nominó Carlos Fuentealba.

Tuvieron que esperar hasta abril para que el proyecto de expropiación del edificio llegara a la Legislatura porteña. El día 3 de ese mes los diputados aprobaron por unanimidad le lay que destinaba el terreno y el inmueble al funcionamiento de una escuela, luego de un proceso de remodelación del edificio que se estimaba en cinco meses. Así y todo en ese momento el Gobierno de la Ciudad ofreció a los vecinos y sus organizaciones construir locales o un centro cultural en el edificio, propuesta que fue rechazada porque la solicitud vecinal siempre fue que el Estado se hiciera cargo del espacio para una escuela pública.

Recién en octubre de 2014, los vecinos y docentes que ocupaban la escuela entregaron la llave a los obreros que fueron a iniciar la refacción. Pero la obra empezó a un ritmo lento y discontinuo. En junio de 2015, la remodelación fue abandonada sin aviso y recién a fines de ese año, la asamblea consiguió ser recibida por funcionarios del Ministerio de Educación de la Ciudad quienes informaron que no habría más fondos para continuar la obra por el resto del año.
Durante 2016, las excusas por las demoras estuvieron relacionadas con temas burocráticos con la empresa constructora. A lo largo de todo el año, la asamblea presentó nuevos reclamos, organizó una conferencia de prensa en la Legislatura y en el Ministerio de Educación. La obra se retomó en noviembre, y luego de trabajar todo el verano, la escuela pudo ser inaugurada en estos días.

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