Historias de nuestra comuna | Como en el 2014

Otra clausura en el Teatro Mandril

Los funcionarios porteños han vuelto a la rutina de cierres de espacios culturales desconociendo el articulado de la Ley de Centros Culturales sancionada en 2014. A las 2 de la mañana del sábado 22 de abril el Teatro Mandril fue clausurado nuevamente. La clausura fue luego levantada pero continúa la amenaza. Buenos Aires, 9 de mayo de 2017. El 6 de setiembre de 2014 funcionarios del GCBA se presentaron en el Teatro Mandril, de San Cristóbal ubicado en la calle Humberto Primo 2758 para realizar una inspección de rutina. Los responsables del lugar relataron entonces que “el sábado vinieron los inspectores y pidieron las cosas que habitualmente solicitan”, este tipo de inspecciones son normales ya que “a nosotros nos inspeccionaban una vez por mes”, sin embargo “esta vez fue diferente la energía” con la que se llevó a cabo. “Nos pidieron ver los matafuegos, cuando vieron que estaba todo bien, nos pidieron otra cosa, y así hasta que vieron que no había nada fuera de regla. Dijeron ‘nos vamos’ y al rato vinieron con la policía y la faja de clausura diciendo que el lugar no podía estar habilitado”.

El cierre del Mandril se sumó en ese momento a una larga lista de clausuras arbitrarias de Centro Culturales barriales. La reacción frente al desborde autoritario no se hizo esperar generando la redacción de tres proyectos de ley para protegerlos, su debate legislativo y la sanción de la ley 5240 de Centros Culturales el 18 de diciembre de 2014 para ordenar un vacío normativo que se intentó suturar con prepotencia.

Sin embargo, en los últimos meses, los funcionarios han vuelto a la rutina de cierres de espacios culturales desconociendo el articulado de la Ley de Centros. A las 2 de la mañana del sábado 22 de abril el Teatro Mandril fue clausurado nuevamente.

Federico Salda, integrante de la cooperativa que gestiona el Teatro Mandril expresó ante la prensa que el espacio tiene ocho años de funcionamiento, está habilitado como teatro independiente, y espera su reconocimiento como centro cultural. Y hace dos años fue fundada la cooperativa que lo sostiene. “Nos mantenemos a la gorra y tenemos una barra popular, así que si no tiene plata, la gente viene igual”, agregó.

Para Salda “la clausura del espacio es parte del vaciamiento cultural, las patrullas de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) salen todas las noches de viernes y sábados a hacer controles, nos pidieron una evaluación positiva que da Defensa Civil sobre el plan de evacuación, es un papel que presentamos hace ocho años... estos inspectores decían que la oficina que nos lo había dado no podía expedir esta disposición”. “Otra vez la AGC busca encontrar cualquier motivo para clausurar un espacio cultural. Lamentamos esto y lamentamos tener un gobierno que dice cuidar a la cultura y no lo hace”, se leía el domingo 23 en el Facebook de Mandril.

En su encuentro con los medios, Salda se refirió también al aspecto laboral de estas clausuras: “La compañía de teatro tiene ocho personas, otras seis trabajan en Mandril. Quedan 25 profesores sin poder dar clases y la gente que las paga no las puede tomar. Este es un vaciamiento cultural. Y es terrible para la economía de los espacios, con lo que subieron las tarifas. Sólo queremos una reglamentación clara, siempre vienen a buscarte una falla, en un mes, quizás, tenés cuatro o cinco inspecciones”.

El lunes 24 los integrantes del Mandril se presentaron en Defensa Civil donde les comunicaron que los inspectores habían actuado equivocadamente. Luego, con un abogado del Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos (MECA) se dirigieron a la AGC, siendo informados del levantamiento de la clausura para el miércoles 26, aunque el último fin de semana de abril, el espacio continuaba cerrado.

Norberto Alonso



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