Sociedad | 24 de marzo

Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

Marzo ha llegado con una noticia que no sorprende. La Resolución Nº 44 del 30/12/16 del Ministerio de Modernización, y el Edicto Nº 5795 del Archivo General del Poder Judicial del 6/2/17 autorizan la destrucción (ya en curso) de sus archivos históricos originales entre los años 1941 y 1983, sin resguardos satisfactorios para la selección y conservación. El lapso de tiempo abarca la mayor parte de los golpes militares que restringieron la vida democrática argentina desde el año 30. Buenos Aires, 7 de marzo de 2017. En particular, el Edicto Nº 5795/17 del Archivo General del Poder Judicial de la Nación anuncia la destrucción de expedientes judiciales de diversos Juzgados Nacionales de Primera Instancia de Instrucción, correspondientes a los años comprendidos entre 1941 y 1982. La documentación que se estaría destruyendo corresponde a litigios que ya habían ingresado en el Archivo General para su resguardo. Al convocar solamente a las “partes interesadas” en la conservación a presentarse en el plazo de 30 días de la publicación en el Boletín Oficial -con justificación del “interés legítimo que les asiste”-, no atiende a las posibilidades que la tecnología garantiza para la digitalización y resguardo de la información. Por otra parte, el edicto aludido no ofrece garantías suficientes para que, en un plazo tan perentorio, puedan pronunciarse las instituciones y asociaciones profesionales, educativas y académicas cuya intervención resulta imprescindible.

Hay un petitorio para detener esto, firmado por instituciones como el Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr Emilio Ravignani”, la Asociación Argentina de Investigadores en Historia (AsAIH), la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (ADHILAC) e intelectuales como Hilda Sabato, Norberto Galasso, Horacio Tarcus, Dora Barrancos, Gabriel Di Meglio, Alejandro Cattaruzza, entre otros muchos. Se puede adherir en https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSfA5SaHGJlyLkFIfYqN2S9dWA8zm62vITOdP_Hdvu4hBny2yQ/viewform?fbzx=-8639927471308940000

Para un gobierno con funcionarios que niegan el terrorismo de estado, el número de desaparecidos o el genocidio perpetrado, la memoria es un estorbo que hay que remover en aras de esa artificiosa “unidad nacional” en la que todos repiten las mismas consignas y no se puede escuchar al que piensa diferente.

El año pasado se hizo coincidir el 40 aniversario del más cruento golpe de estado padecido por nuestro país con los auspicios de la embajada norteamericana y la visita oficial del presidente de ese país. Este año, se procuró hacer móvil el feriado correspondiente al 24 de marzo. En tanto, avanzan en la destrucción de la documentación que registra la historia trágica de los argentinos, argumentando que sólo son papeles viejos.

Pero la memoria no son sólo papeles. Son vidas y testimonios que persisten en recuperar la verdad y hacer justicia. El próximo 24 de marzo de nuevo tienen una cita con la historia grande de nuestro pueblo.

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