Comunales | Desalojaron a los manteros

Once sin vendedores callejeros

Después de tres días de tensión y refriegas finalmente el barrio de Once, amaneció el fin de semana en paz y con menos presencia policial El desalojo forzado de los manteros culminó en una negociación aparentemente exitosa para los objetivos gubernamentales. Dar una señal de firmeza y ordenar el uso del espacio público en una zona neurálgica de la vida comercial porteña, como le demandaban sus votantes. Buenos Aires, 17 de enero de 2017. Con la promesa de relocalizarlos en dos predios cerrados próximos a la plaza Miserere y con el incentivo de una capacitación de dos meses becada por la Cámara de la Mediana Empresa (CAME), el conflicto se desactivó por el momento. Como ya ocurrió en otras zonas de la ciudad –Florida, Retiro, Caballito y Avenida Avellaneda—la combinación de saturación policial y actuación de la justicia contravencional, erradicó a la mayoría de los que se rebuscaban el ingreso diario vendiendo mercaderías diversas en las largas jornadas a la intemperie.

La resistencia al desalojo compulsivo, motivada por la desesperación de quienes ven desaparecer su único recurso laboral, tuvo en vilo la zona casi toda la semana pasada, desde el martes 10 por la mañana. Desde muy temprano ese día, las fuerzas policiales ocuparon el espacio público decididos a impedir el armado de los puestos que diariamente hacían los manteros.

A medida que llegaban al lugar y se encontraban con la novedad los manteros comenzaron a reaccionar cortando el tránsito en las avenidas Pueyrredón, Rivadavia y Corrientes. Los cortes poco a poco fueron levantados por empuje de las fuerzas de seguridad, con detenciones y represión directa. Luego vendría la negociación y el lento proceso de resignación de la mayoría que decidió anotarse en la propuesta oficial para pasar el verano.

El conflicto prosiguió hasta este viernes, cuando se reactivó con nuevas protestas y cortes intermitentes de calles de un grupo de manteros que reclamaba ser censado para acceder a un beneficio prometido a los puesteros, registro que según una fuente del Gobierno de la Ciudad ya concluyó, pero un fuerte operativo policial dispersó a los manifestantes y detuvo a cinco personas.

Los incidentes comenzaron cuando el grupo que llegó temprano a la Agencia Gubernamental de Control (AGC), en Perón al 2900, con la intención de censarse, encontró cerrado el lugar, y se trasladó a la esquina de Bartolomé Mitre y Pueyrredón para exigir la presencia de las autoridades, y tras cortar la Avenida fue obligado a subir a la vereda por el personal policía apostado allí.

Una fuente del ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad explicó que "el censo terminó ". "El censo se realizó martes, miércoles y jueves", agregó. Frente a la convocatoria de personas que pedían ser registrados, la fuente oficial aseguró que el Gobierno "está evaluando" la situación.

Pasadas las doce, camiones hidrantes se sumaron al operativo que cumplió la orden de no permitir el corte de calles y avanzó sobre los manifestantes que arrojaban palos y piedras, generando algunos incidentes y corridas. Tras algunas refriegas, fueron detenidas cinco personas "por resistencia a la autoridad", informó un policía, y finalmente la zona quedó liberada, aunque permanecieron las fuerzas de seguridad. La estación de trenes de Once permaneció cerrada algunos minutos, tras lo cual volvió a funcionar normalmente el servicio, indicó una fuente de la empresa Trenes Argentinos.

NUEVA ETAPA

Por su parte, el ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, Eduardo Macchiavelli, afirmó en diálogo con Radio El Mundo que "se inicia una nueva etapa con la realización de cursos, el pago de impuestos y la incorporación a la economía formal". "A partir de la semana que viene todos aquellos que se hayan censados y completado el trámite de inscribirse en el monotributo social, y sacado una caja de ahorro en el Banco Ciudad, arrancan con un curso de capacitación de 60 días, y el día 61 van a disponer de un lugar en algunos de los dos predios dispuestos por el Gobierno en las cercanías de Once", agregó el funcionario porteño.

Los lugares dispuestos, la ex terminal de la empresa Río de la Plata, sobre la calle La Rioja e Yrigoyen y un galpón ferroviario ubicado en la calle Perón, entre Ecuador y Jean Jaures, tienen su historia. En el primero, abandonado por años luego de la empresa ómnibus quebrase, se armó una “saladita” tres años atrás que duró poco tiempo, por ausencia de público comprador. El segundo ya fue utilizado para reubicar a los manteros desalojados de avenida Avellaneda en abril del año pasado, con poco éxito también, porque tampoco es zona de tránsito.

Los antecedentes anticipan que, en un contexto de crisis social y económica importante, sólo la represión sostenida en el tiempo permitirá mantener a raya el desborde de la venta callejera.

COMERCIANTES QUE RESPALDAN

El pacto contempla además la realización de una capacitación de 60 días por la que los manteros recibirán un subsidio mensual de $ 11.700 pagados por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). La CAME rechazó que el acuerdo ofrecido por el Gobierno porteño a los manteros de Once, con la participación de esa entidad, implique una “extorsión” y adelantó que hasta el momento ya se anotaron unos “770” vendedores para recibir el curso de capacitación de 60 días y un incentivo de 11.700 pesos mensuales.

El secretario de prensa de CAME, Vicente Lourenzo, advirtió, además, que la “Justicia de la ciudad de Buenos Aires tiene que estar a la altura de las circunstancias y demostrar a los porteños que va a actuar contra los talleres clandestinos y los depósitos donde hay mercadería robada o de contrabando”.

“Acá el que tiene que dar claras señales de la decisión política que empezó por el Ejecutivo es el Poder Judicial”, remarcó el dirigente, en declaraciones radiales a Ecomedios. Ante una pregunta sobre si ese arreglo no significaba una “extorsión”, el integrante de la entidad lo desestimó: “Para nada”, resaltó y puntualizó que, en un “recuento parcial” los anotados al día de hoy rondan los “770” vendedores.

“Lo que analizábamos ayer con el Gobierno de la Ciudad es que detrás de los 1800 manteros había que diferenciar dos ejes de acción: por un lado, erradicar las mafias definitivamente que esclavizaban a mucha gente a perpetuarse atrás de una manta, pagándoles salarios indignos y sometiéndolas a 15 horas de trabajo”. Y por el otro, prosiguió, entender que “aquellos que tenían una contingencia social importante, a través de la manta, podían generar ingresos para llevar a su casa”.

La CAME hace tiempo que viene denunciando la llamada “venta ilegal” como una competencia desleal a la que deben hacer frente los comerciantes. De hecho, realiza un estudio sistemático de estas situaciones y ha desarrollado una aplicación móvil para recibir denuncias de estos hechos.

Son dos las situaciones que rechazan. Las “saladitas” y los manteros. Con el paso dado por el gobierno con el apoyo de la CAME, en el mejor de los casos unos, los manteros, se reconvertirán en puestos de dos “saladitas” más en el barrio.

Para el total de la ciudad denuncian que hay unas 131, con 8.527 puestos. Mientras que hablaban antes del operativo de Once de 3.549 manteros.

El jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, aseguró que se está "solucionando un problema histórico, ya que Once es el lugar de mayor venta ambulante históricamente en toda la Argentina".



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