Porteñas | Preocupación por el dengue

Las autoridades anticipan un brote fuerte

En los últimos años aumentó progresivamente la cantidad de personas afectadas por enfermedades trasmitidas por el mosquito aedes aegypti, en especial el dengue. Esta próxima temporada estival no promete nada bueno en ese sentido. Por eso, las autoridades sanitarias han lanzado una fuerte campaña para movilizar a la población a tomar medidas precautorias. Buenos Aires, 8 de noviembre de 2016. El dengue es una enfermedad causada por un virus que se transmite a través de la picadura de un mosquito perteneciente al género Aedes, principalmente el aedes aegypti, portador de la enfermedad. Este mosquito tiene hábitos domiciliarios, por lo que la transmisión es predominantemente doméstica. También trasmite otras enfermedades virales graves, como el chikungunya, la fiebre amarilla y el zika.

La fumigación no es suficiente para eliminar el mosquito. La aplicación de insecticidas es una medida destinada a eliminar a los mosquitos adultos que pueden transmitir estas enfermedades. Su implementación debe ser evaluada por las autoridades sanitarias ya que sólo es recomendable en momentos de emergencia, y siempre debe ser acompañada por la eliminación de todos los recipientes que acumulan agua en las casas y espacios públicos.

El dengue es un problema creciente para la salud pública mundial. Varios factores lo impulsan. El cambio climático, el aumento de la población mundial en áreas urbanas, la insuficiente provisión de agua potable que obliga a su almacenamiento en recipientes caseros habitualmente descubiertos, la inadecuada recolección de residuos y la gran producción de recipientes descartables que sirven como criaderos de mosquitos, al igual que los neumáticos desechados. A esto se suman el aumento de viajes y migraciones, fallas en el control de los vectores y la falta de una vacuna eficaz para prevenir la enfermedad.

Qué hacer para prevenir estas enfermedades
El dengue no tiene un tratamiento antiviral específico. Sólo se realiza el tratamiento de los síntomas y un seguimiento estricto de los pacientes. Como no existen vacunas que prevengan estas enfermedades ni medicamentos que las curen, la medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contienen agua, tanto en el interior de las casas como en sus alrededores. Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan permanentemente, debe evitarse que acumulen agua, dándolos vuelta (baldes, palanganas, tambores) o vaciándolos permanentemente (portamacetas, bebederos).

El aedes aegypti tiene distintas etapas de desarrollo: los huevos, las larvas, las pupas y los mosquitos adultos. Estas distintas etapas pueden transcurrir dentro del hogar, probablemente porque los depredadores naturales (insectos, murciélagos, pequeños peces) son escasos o no existen. En los ambientes silvestres, raramente se hallan criaderos de este mosquito.

También se puede criar en un departamento. Dentro de un ambiente cerrado hay elementos ideales para la reproducción del aedes aegypti. Los platos bajo las macetas, los floreros y las plantas en frascos con agua son criaderos muy frecuentes en viviendas, oficinas, escuelas, hospitales, etcétera.

Estos bichos se crían en lugares sombríos y húmedos. Los sitios oscuros aseguran que el agua de los recipientes no sobrepase ciertas temperaturas que serían letales para los huevos, larvas y pupas. Los adultos requieren de humedad para sobrevivir mayor tiempo, por eso los recipientes con agua proporcionan un ambiente ideal para el aedes aegypti. Cualquier recipiente que acumule agua en una casa puede convertirse en un criadero para el mosquito, por lo que hay que eliminarlos.

De igual modo hay que mantener los patios y jardines desmalezados y destapando los desagües de lluvia de los techos. Así como eliminar el agua de los huecos de árboles, rocas, paredes, pozos, letrinas abandonadas y rellenando huecos de tapias y paredes donde pueda juntarse agua de lluvia.

Cómo se trasmite la enfermedad
Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas, les transmite esta enfermedad. El contagio sólo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna. Sin embargo, aunque es poco común, las mujeres embarazadas pueden contagiar a sus bebés durante el embarazo.

Pueden picar a cualquier hora del día aunque generalmente lo hacen en las primeras horas de la mañana y en las últimas horas de la tarde. En algunas ocasiones, el aedes aegypti se alimenta en los ambientes interiores durante la noche si hay luces encendidas.

El dengue es grave cuando se producen hemorragias. Los síntomas habituales de esta enfermedad son: fiebre alta (sin resfrío), dolor detrás de los ojos, también muscular y de las articulaciones, náuseas y vómitos, cansancio, sangrado de nariz y encías, erupción en la piel. Frente a estos síntomas es importante no automedicarse y acudir al médico. No tomar aspirinas, ibuprofeno ni aplicarse inyecciones intramusculares porque puede complicarse la enfermedad.

La infección por dengue puede no tener síntomas o puede causar una enfermedad de variada intensidad. Luego de un período de incubación que puede ser de 5 a 7 días, (se han observado casos con un período de incubación de 3 hasta 14 días), podrán aparecer las manifestaciones clínicas, aunque una alta proporción de las personas infectadas cursarán de manera asintomática.

Algunos casos de dengue pueden evolucionar a formas graves (dengue grave) en las que hay manifestaciones hemorrágicas, Los casos de dengue grave son más frecuentes en personas que ya padecieron dengue (infección primaria) y se infectan nuevamente con un serotipo diferente al que le ocasionó el primer cuadro.

Norberto Alonso

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